15 de septiembre de 2011

El día que los discos dejaron de girar


Las computadoras portables de gran autonomía y mínimo calentamiento están a la vuelta de la esquina. Los sistemas de almacenamiento en PCs de escritorio y servidores pueden volverse más veloces y confiables que nunca. El equipamiento dedicado, como el que suele usarse en aplicaciones industriales, médicas y de comunicaciones tiene ahora al complemento perfecto. Los discos de estado sólido (SSDs) no reemplazarán en el mediano plazo a los discos duros tradicionales, pero sus ventajas y su propuesta de valor ya son percibidas por usuarios y empresas.

La caída en los precios de las memorias “NAND flash” y la permanente demanda de dispositivos de almacenamiento de rápido acceso y bajo consumo para atender las necesidades del universo móvil hizo que los discos de estado sólido (una traducción poco feliz, pero muy generalizada de “Solid State Drives”) fueran ganando un espacio en el mercado, y empezaran a salir de la categoría de nicho. Muchos analistas coinciden en que 2011 será el año de despegue para los SSDs. 


A diferencia de los discos duros tradicionales (HDDs), estos dispositivos de almacenamiento usan memoria tipo flash para guardar los datos, pero manteniendo las mismas interfaces de conexión con PCs, notebooks y servidores. “Una de las ventajas que aporta esta tecnología es la velocidad de lectura. El usuario nota la diferencia”, explica David Fadda, Territory Manager Southern Cone Latin America de Western Digital, fabricante que lidera el mercado de discos duros tradicionales con un 32% de participación de mercado, según IDC. Sin embargo, desde hace un tiempo, WD apostó a la nueva tecnología. “Nuestra experiencia nos indica que el disco de estado sólido tomará un 10% del mercado global en los próximos dos o tres años, en usuarios entusiastas que buscan performance, como gamers, modders, overclokers, y también para aplicaciones especificas”, aclara el ejecutivo. En este orden, Fadda adelanta que en los próximos meses comenzarán a comercializarse en América Latina los SSDs de Western Digital. 

Otro de los puntos donde los SSDs destacan es en el menor consumo de energía respecto de los discos tradicionales. La razón de esto es que el sistema de almacenamiento no tiene partes móviles (es un chip), mientras que un HDD requiere de que el disco gire varios miles de veces por minuto de manera permanente para poder acceder a los datos. Esta característica hace que los SSDs sean ideales para notebooks, netbooks y otros dispositivos móviles. Adicionalmente, los SSDs “no generan ruido, no levantan temperatura, y son más veloces tanto en el arranque como en el apagado o la hibernación del equipo”.

A las ventajas ya mencionadas, Sergio Costa, director general de Verbatim Argentina, aporta otras dos: el rendimiento no se deteriora en la medida que el disco se llena y, en el caso de los discos SSD externos, pueden ser booteables, lo cual los diferencia de sus pares mecánicos. Verbatim está comercializando en el país una familia de SSDs externos, con conectividad USB 3.0, a las que se sumarán en noviembre de este año nuevas unidades internas (con interfaz SATA), en capacidades de 64, 128 y 256 GB. 

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