Una investigación realizada en Inglaterra demostró que los videojuegos que requieren movimientos físicos colaboran para que los pacientes se mantengan activos mental y físicamente. En la Argentina ya se aplican estas terapias

La terapista recreacional Teresa Bohem demuestra el uso de la consola Xbox Kinect con un voluntario del Ineco. Foto: AFV
Desde sus inicios, los videojuegos han sido duramente criticados. La mayoría de los detractores asegura que provocan sedentarismo, aislamiento y adicción. Con el tiempo, sin embargo, el escenario ha cambiado. Hoy, muchos videojuegos requieren de movimientos e interacción física concreta, usando accesorios, como en la PlayStation de Sony y la Wii de Nintendo, o sin que medie ningún control, como es el caso del sistema Kinect, de Microsoft. Por eso, los estudios e investigaciones científicas comenzaron a observar que estas nuevas herramientas tecnológicas pueden, también, estar al servicio de la salud.
Una de las experiencias más interesantes en nuestro país es la que está realizando el Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco) con la Xbox Kinect para pacientes con problemas cognitivos, conductuales y motores.
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